Ibamos a la presentación de un videojuego de un amigo y llevaba yo coche. Ibamos 3 amigos hasta Bilbao y teníamos ganas de ir. Pues quedamos y todo normal, ibamos llegando y ya se notaba la alegría ya que haciamos comentarios y cantabamos y todo en tono chorra y alegres. Pues fue darme cuenta de ello, de que todos estábamos haciendo tonterías y darme el bajón. Sí, el bajón por estar pasándolo bien y por hacer tonterías. Esa película que me hago de que hacer el tonto me puede convertir en eso, en alguien que no te respeten o algo así. Ello me afecta a mi animo y pues eso, el resto del día sin muchas ganas, ya que no podía ser yo. Me gustaría haber tenido otra actitud más natural en el evento, pero no pude por el único hecho de pensar en que lo gracioso es lo bueno, pero que me puede ser peligroso como ha sido en otras ocasiones. A veces relaciono el ser gracioso con que me pueda sentir que me faltan el respeto y me entra eso de que no soy capáz de nada.