Las creencias de cada uno

Las creencias son aquellas ideas, pensamientos, afirmaciones que todos tenemos en forma de verdades absolutas y que pueden estar incluso en nuestro subconsciente.

Estas creencias se refuerzan desde aproximadamente entre los 6 años hasta los 14-15 donde a partir de ahí ya empiezas a pensar por ti mismo, incluso en esas ideas y creencias que has aprendido en las edades anteriores.

Y no hace falta que sean cosas que te las digan explícitamente, no. Estas creencias pueden ser cosas que hayas visto o has oído y tú las interpretas de alguna manera y se te queden grabadas en el subconsciente, sin que tú ni siquiera te des cuenta de ello.

Por ejemplo, un chaval que a los 7 años es fan de un equipo de fútbol, es porque en casa le han dicho o su entorno lo es. Esto difícilmente en un futuro lo vaya a cambiar, ya que cree que es lo correcto ser de ese equipo y punto. Y mira que esto no se basa en nada lógico ni razonable, pero es una creencia que la tenemos ahí.

También la idea de papa Noel, la creencia de que existe lo tenemos todos de pequeño, aunque luego ya se demuestra y empezamos a razonar que eso no es posible.

O cuando somos adolescentes, vamos viendo ya nuestras ideas políticas, simplemente porque en ese momento de que tenemos 14-15 años, nuestro entorno cree en esas ideas y nos la hacen creer a nosotros que es lo mejor para nosotros.

Las creencias limitantes

El problema viene, cuando alguna de esas creencias nos hacen más bien que mal para nosotros mismos, no sirven o nos crean inseguridades, malestares o pueden causar problemas. Es decir, son unas creencias que no nos sirven para nada y solo nos perjudican.

Esto obviamente puede costar mucho cambiar ya que como digo, son cosas aprendidas incluso sin nosotros saber/querer conscientemente y cuesta descubrir incluso que creencias limitantes son y como cambiarlo.

Por ejemplo, en mi caso, viene de mi familia, de mis padres concretamente y mi madre más en específico. Estas creencias limitantes que he detectado son:

  1. Hay que ceder ante los demás, no buscar problemas, huir y ser sumisos.
  2. Hay que hacer el bien a los demás, sin pensar mucho en ti.
  3. Si no perteneces a un grupo de gente, vas solo y tienes que estar listo a que te puedan señalar, ningunear y aprovecharse de ti si vas solo.
  4. Los demás solo quieren el beneficio propio y son envidiosos.

Como ves, esto es un resumen general de lo que yo he aprendido. Y no, nadie se ha sentado conmigo y me ha dicho directamente eso, solo que por ejemplo, mi madre siempre ha cedido ante los demás por no llevarse un disgusto ni mal trago y sobre todo por el segundo punto, el de crear bienestar a nuestro entorno, incluso a nuestra costa.

Siempre se vio sin amigas y por las creencias políticas, muchas veces se veía apartada porque no comulgaba con las de su entorno, por lo que se aislaba por esa sensación de no pertenecer y se sentía señalada por el entorno, cosa que eso me pasa a mí también.

Eso nunca me lo ha dicho a mí, pero sí lo ha comentado alguna vez, aparte de tener vida en casa y no salir con nadie nunca que no fuera mi padre. Eso lo veo y lo aprendo de alguna manera.

Vamos, que no tengo esa creencia de luchar por mi, sino que pensar en los demás y además, con tintes negativos o amenazantes de lo que supone el entorno para mi, cosa que no me ayuda nada en mi vida a la hora de socializar.

Nuestros antepasados

Como te habrás dado cuenta, lo que nuestros antepasados han vivido, hemos visto de ellos, han comentado, han dicho o incluso que han vivido sin nosotros saberlo, afecta en la gran mayoría de nuestras creencias actuales.

Las creencias no son aleatorias y aunque parezca que no tiene sentido muchas veces lo que pensamos, tienen un origen.

Por ejemplo, si unos padres tratan como «inútil» o califican de alguna manera negativa a un niño desde los 7 a los 15 años y luego dejan de hacerlo, a ese niño, ya se le va a quedar la creencia o el complejo de que es un inútil y no vale nada, y eso va a saltar en cualquier situación futura que de pie a ello (que algo te salga mal, que se rian de algo que hayas dicho… etc).

Tú sabes lo que es una persona que cree de si mismo que es un inútil por culpa de ideas que se le hayan quedado grabadas? Pues un error y una barbaridad increíble.

También los celos por ejemplo, están muy ligados a nuestros antepasados. Si en tu familia, tu padre/madre o tu abuelo/abuela ha puesto los cuernos, ha abandonado y se ha ido con otro… y eso ha causado algún tipo de dolor en la familia, probablemente como tu aprendiste la creencia de que eso no hay que hacer, de que eso está mal y para no sufrir lo mismo, seas celoso con tu pareja por esa creencia y vivencia que hayas tenido.

¿La creencia es demostrable?

Estas creencias, si son demostrables o se comprueba directamente suelen ser fácilmente desmontables. Por ejemplo, me lo invento hay que tener cuidado con los perros que te muerden. Pues si luego en un futuro, por alguna razón tienes algún contacto con un perro y ves que no te muerde, puedes desmontar esa creencia desde tu experiencia.

Lo que ocurre que muchas veces, no son demostrables y son abstractas, como en mi caso que digamos es «la gente es peligrosa». Hombre, pues puede ser y tampoco puede ser. Si me fijo en mis experiencias malas, pues si lo es y si me fijo en las buenas, pues no lo es. Asi que si tiene ese componente de que puede ser o no, depende como lo interpretas y si te ha ocurrido cosas que puedan reafirmar esas creencias, puede ser que te la sigas creyendo.

Lo de ser un ignorante o despistado también. Si te han dicho que eres un ignorante o despistado y no sabes nada desde pequeño o todo se te olvida, esto es algo que a todos nos pasa, pero si coincide con tu creencia, puedes actuar y creerte que de verdad eres una persona despistada y actuar como tal por tu creencia, pudiéndote crear malestar, cuando es algo que a todo el mundo nos pasa.

Las creencias sociales

Finalmente, la repercusión social, nuestro entorno, hace que tengamos unas creencias que tienen que ser así por simple «presión social» o por miedo a sentirte rechazado o señalado, por no pensar como ellos.

Ahora mismo se me ocurren por ejemplo el salir de fiesta y no beber. Es como que no es compatible esto, cuando en realidad es algo que creemos socialmente, el que tienes que beber si sales a la noche, si no… te miran raro.

Antes también era una creencia que a los chicos nos tenía que gustar el fútbol, cosa que a mi no me interesaba mucho, pero puede que por esta creencia y el querer integrarme, ma ha acabado gustando o interesando algo más que lo hacía desde niño.

Hoy día se ve mucho con temas ideológicos también, tu entorno te está presionando siempre con sus creencias y para que tú las apoyes, dándote a entender que si no los apoyas o dices públicamente que estás a favor, te hacen creer que estás en contra del sentido común, cuando no es así.

Incluso puede que no creas del todo en esas creencias sociales, pero que tienes que aparentar que sí, para no sentirte rechazado, cosa que ocurre mucho en la historia de la humanidad y ocurrirá.

Y las creencias sociales, como digo, son solo eso, creencias que «como siempre ha sido así» o «como esto tiene que ser así, si no eres una mala persona» pero que puede no tener ninguna lógica y lo mejor sería que todos fuéramos libres de esas creencias, pero es muy difícil escapar cuando son sociales.

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